Durante los años 70, el Gobierno de Brasil construyó una enorme piscina para los Juegos Olímpicos en un club recreativo de Caçapava, un pueblo estratégicamente ubicado entre Sao Paulo y Río de Janeiro y una de las zonas de skate más tradicionales del país. El objetivo era crear un lugar para animar y apoyar a nuevos atletas. Hasta el 2004 todos los nadadores utilizaron la piscina y disfrutaron de sus aguas. Cuando una fuga mayor fue descubierta, la piscina fue cerrada y nunca fue utilizada de nuevo.

Sin embargo, los skaters notaron las curvas de las paredes de la piscina y decidieron que esta forma era perfecta para la práctica del skateboarding. Tan pronto como los patinadores locales hicieron que la piscina fuera «skateable», consiguieron permiso del Gobierno para patinar dentro de la piscina. Esto fue épico mientras duró, pero eventualmente la piscina fue arreglada y llenada de agua nuevamente.

Luego, cada vez que la piscina era vaciada por alguna razón, la comunidad local de skate organizaba una Jam Session en el lugar. Con el paso del tiempo, el evento creció y comenzó a tener mayor relevancia hasta convertirse en un spot particularmente deseado para skaters de todo el mundo.

Converse eligió este lugar para su evento «Big Pool Day» por sus carácterísticas únicas para celebrar la cultura del skateboarding de Brasil y el mundo.